Mudarse a Estados Unidos para trabajar puede ser un emocionante paso en tu carrera, pero también trae consigo una serie de preguntas sobre impuestos que no debes ignorar. Si tu empleador te ha trasladado al país, es crucial entender cómo este cambio afecta tu situación fiscal. Desde la residencia hasta las deducciones permitidas, este artículo te guiará a través de los aspectos esenciales que debes tener en cuenta al emigrar.
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Juan es gerente de una empresa multinacional y recientemente fue trasladado a Estados Unidos por su empleador. Aunque está entusiasmado con las nuevas oportunidades, no tiene idea de cómo manejar sus impuestos en este nuevo entorno. ¿Debe preocuparse por los ingresos de su país de origen? ¿Qué beneficios fiscales puede aprovechar?
Sigamos el recorrido de Juan para entender los desafíos y soluciones que enfrenta alguien en su situación.
Determinar si eres residente fiscal es el primer paso para entender tus obligaciones tributarias. En general, el IRS utiliza dos pruebas para determinar tu residencia fiscal:
Juan pasó 200 días en Estados Unidos el último año y cumple con la prueba de presencia sustancial. Esto significa que está sujeto a impuestos sobre sus ingresos globales.
Cuando te mudas a Estados Unidos por motivos laborales y este es tu primer año en el país, el IRS te da la opción de manejar tu estatus fiscal de manera flexible para que se ajuste mejor a tu situación. Básicamente, puedes ser tratado como residente dual (parte del año como extranjero no residente y parte como residente) o hacer la elección de primer año para ser considerado residente fiscal durante todo el año. La decisión depende de tus ingresos globales, la naturaleza de los mismos y los beneficios fiscales que podrías aprovechar.
Por ejemplo, Juan llegó a Estados Unidos el 1 de julio de 2025, trasladado por su empleador. Antes de mudarse, había ganado $50,000 en su país de origen y tenía inversiones generando $10,000 adicionales. Después de llegar a EE.UU., ganó $70,000 como salario.
Juan quiere traer a su familia a Estados Unidos. Esto abre la puerta a varios beneficios fiscales, pero también implica cumplir con ciertos requisitos:
Uno de los pasos clave al preparar tu declaración de impuestos es decidir si optarás por la deducción estándar o si detallarás tus deducciones. Ambas opciones ofrecen beneficios, pero la elección adecuada depende de tu situación financiera personal y de los gastos que hayas tenido durante el año fiscal.
Para tomar la mejor decisión, compara la deducción estándar con el total de tus gastos deducibles detallados. Si tus gastos son mayores al monto de la deducción estándar, detallar tus deducciones puede ahorrarte más en impuestos.
Si Juan tiene propiedades o inversiones en su país de origen, debe entender cómo calcular la base de costos de esos activos para fines fiscales. Además, si los activos superan ciertos límites, debe reportarlos al Departamento del Tesoro mediante:
Por ejemplo, si Juan posee una propiedad valorada en $500,000 fuera de Estados Unidos, deberá incluirla en su declaración para evitar sanciones.
Para evitar la doble imposición, Juan puede reclamar un crédito por los impuestos pagados en su país de origen sobre ingresos también gravados en Estados Unidos. Este crédito tiene limitaciones y está diseñado para garantizar que no pagues más impuestos de los necesarios.
Muchos empleadores cubren los costos de mudanza como parte de los beneficios de reubicación. Sin embargo, el IRS considera la mayoría de estos beneficios como ingresos imponibles. Esto incluye:
Algunos empleadores ofrecen tax gross-ups, donde pagan los impuestos asociados a estos beneficios para que el empleado no se vea afectado financieramente.
Juan también debe considerar cómo su reubicación afecta otros aspectos fiscales, como:
Algunos empleadores ofrecen programas de tax equalization, que garantizan que el empleado no pague más impuestos de los que habría pagado en su país de origen. Juan debería verificar si su empleador ofrece este beneficio, ya que puede aliviar significativamente la carga fiscal.
Mudarse a Estados Unidos trae consigo un nuevo conjunto de reglas fiscales que pueden ser difíciles de entender. Si no estás seguro de cómo manejar tus impuestos:
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